¡Buenos días! Empezamos la semana con esta historia atribuida a Albert Einstein cuya moraleja es todo aquello que puedes imaginar es alcanzable.
LOS DOS PATINADORES
Una tarde nublada y fría de otoño, dos niños patinaban tranquilamente sobre un lago congelado.
De repente el hielo se quebró y uno de los niños se sumergió quedando atrapado bajo el hielo. El otro niño se quitó uno de sus patines y comenzó a golpear el hielo con la intención de romperlo, pero el patín se rompió. Sin rendirse, cogió una piedra y siguió golpeando con todas sus fuerzas hasta que logró quebrar el hielo y pudo así salvar a su amigo. Cuando llegaron los bomberos y los equipos de emergencias, miraron asombrados el escenario y le preguntaron al niño:
– ¿Cómo lo has hecho? El hielo es muy grueso, es imposible que hayas podido quebrarlo con esa piedra y tus manos tan pequeñas…
Un anciano que pasaba por allí, con una gran sonrisa en la boca, dijo:
– Yo sé cómo lo hizo. No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.
Ese anciano se llamaba Albert Einstein. 🙂
“Los que dicen que es imposible, NO deberían molestar a los que lo están haciendo.”
No debemos permitir nunca que nadie nos diga lo que podemos lograr y lo que no, simplemente porque esa persona no haya sido capaz.
Si tenemos un sueño, una ilusión, debemos marcarnos un objetivo y pelear con todas nuestras fuerzas, aprovechar todas las oportunidades y poner toda nuestra alma por alcanzarlo.
Cuando nos encontremos con un fracaso, lo volveremos a intentar. Las mayores historias están llenas de pequeños fracasos. Pero las grandes personas nunca se detuvieron ante los obstáculos.