Compartir para mejorar

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Un viejo sabio de Oriente, contó a sus alumnos la siguiente historia:
– «Hace muchos años, en una alejada montaña, varios hombres habían quedado encerrados por accidente en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo, y uno de ellos logró encender una pequeña tea. Pero la luz que daba era tan escasa que aun así no se podía ver nada. Después de estar pensando varios días, al hombre se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendiera su propia tea. Así lo hizo y de repente, al compartir la llama entre todos, la caverna se iluminó intensamente.”
Después de pensar un ratito, uno de los alumnos, preguntó al maestro:
– «¿Qué nos enseña este relato?»
– «Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con los demás. Y también nos dice que el compartir nuestra llama no la desvanece, al contrario, la hace crecer.»

ideas

A este relato queremos añadir la frase del escritor George Bernard Shaw que sigue la misma idea, compartir lo poco que tengamos con otras personas siempre nos va a servir para mejorar:

«Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana, e intercambiamos las manzanas, entonces tanto tú como yo seguiremos teniendo una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea, e intercambiamos ideas, entonces ambos tendremos dos ideas.»

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