¡Buenos días! Después del post de ayer, lo podéis ver aquí, queremos compartir este cuento educativo que habla de la constancia y la tenacidad, algo que, tanto si sois emprendedores como si no lo sois, es importante que todos tengamos gran dosis de cada uno de estos valores.
Hace mucho tiempo, en un palacio, vivía un rey al que le encantaba la música. Un día, un mago, le regaló un arpa, pero no una cualquiera, ésta era mágica.
Cuando la empezó a tocar el músico de palacio, el arpa no sonaba bien, sonaba desafinada… Probaron otros músicos y tampoco, al poco de tocarla, se cansaban de su desagradable sonido. Pensando que el mago le había engañado, el rey tiró el arpa.
Una niña que vivía en un pueblecito cercano la encontró. No sabía tocar, pero decidió intentarlo. Al principio el arpa no sonaba bien, pero no se desanimó, empezó a practicar una y otra vez, recibió clases, y así estuvo días y días, incluso años, hasta que el instrumento empezó a sonar mejor. El arpa era mágica y sólo se podía tocar bien si realmente había constancia y tenacidad.
Un día el rey escuchó la música a lo lejos. Ordenó buscar a quien tocaba esas maravillosas melodías. Cuando reconoció el arpa se puso muy contento y nombro a la paciente niña músico del palacio.
«Con constancia y tenacidad se obtiene lo que se desea: la palabra imposible no tiene significado»